En una novedosa operativa de márketing, la novia Cristiano Ronaldo – que fue padre gracias a un vientre alquilado – se dice furiosa porque en la foto de la tapa de la revista GQ, le borraron la tanga.
Irina Shayk jura que la tenía puesta al momento de la sesión de fotos que duró muchas horas y se realizó en un estudio de Chinchón, en Madrid. Se eligieron 14 imágenes para la edición que, cuando llegó al quiosco, llegó con Irina sin bombacha.
El director de la publicación dice que no, que la modelo rusa se habría descalzonado voluntariamente cuando le consultaron si quería o no, a lo que contestó que sí. Di oui.
De modo que el título de tapa de GQ: “¿Quieres ver a la novia de Ronaldo desnuda?”, causó impacto en la mujer. Una versión sostiene que ella vestía una prenda color nude que normalmente se usa para que la modelo no se sienta desabrigada y que es fácil de borrar con el fotoshop. Pero Irina insiste: nunca se la sacó.
De modo que el título de tapa de GQ: “¿Quieres ver a la novia de Ronaldo desnuda?”, causó impacto en la mujer. Una versión sostiene que ella vestía una prenda color nude que normalmente se usa para que la modelo no se sienta desabrigada y que es fácil de borrar con el fotoshop. Pero Irina insiste: nunca se la sacó.
Gael Marie, director de la agencia Elite que representa a la joven rusa, dice que “no estaba previsto que saliera desnuda. Además, ella pidió ver las fotos y el texto antes de que se publicara el reportaje, pero no las vio”. Irina dice que nunca las vió.
Al parecer el pecado de GQ fue otro: la modelo había puesto como única condición que no se mencionara su relación con malhumorado astro de fútbol portugués, ya que era un secreto bien guardado.
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